Quise Conocerte...

Quise conocer tus ojos, que tu mirada.

Quise conocer tus labios, que tus besos.

Quise conocer tus silencios, que tu voz.

Quise conocer tus garras, que tus manos.

Quise conocer tu vulgaridad, que tu identidad.

Quise conocer tu desgrado, que tu belleza.

Quise conocer tus sentimientos callados, que tu pasión. 

Quise conocer tus apariencias.

Quise conocer tu lado malvado, que lo bueno.

Quise conocer tus misterios, que tus hallazgos.

Quise conocer tus mentiras, que tus verdades sinceras.

Quise conocer tus reproches que tus elogios.

Quise conocer tu imaginación, que tu realidad.

Quise conocer tu debilidad, que tu fortaleza.

Quise conocer tus miedos, que tu valentía.

Quise conocer tu pasado, que tu presente.

Quise conocer tus engaños, que tu sinceridad.

Quise tus equivocaciones, que tus aciertos.

Quise conocer tus faltas, que tus riquezas.

Quise conocer tu decepción, que tu asombro.

Quise conocer tus dudas, que tus afirmaciones

Quise conocer tu aberración, que tu entendimiento.

Quise conocer cada rincón de tu circulo...Quise conocerte para ser SORPRENDIDA que DECEPCIONADA...

Quise conocerte.

AprendÍ lo mejor de MI

Aprendí lo mejor de mi… a querer y sentir con el corazón! Y perdonar sin rencor!!

Hoy te digo Gracias! Gracias porque, contigo aprendí muchas cosas, tantas buenas y malas. Aprendí a no ser tan ingenua, aprendí a “mentir”, y a no creer a las personas inseguras de sus sentimientos. A rechazar aquellas promesas, que sin los “hechos” sólo son palabras que se las lleva el viento. No todo lo que dicen puede ser verdad.

Aprendí a especular y a jugar con fuego y no quemarme en el intento. Aprendí el significado de los celos.

Fuiste lo que soñé, todo aquello que imagine.

Fuiste más allá de mis sentimientos.

Imagine que eras el hombre de mi vida, sin antes de saber qué es la vida?  

Sin querer, admitiendo que “te quería”, planee toda una vida juntos. Lleno de sueños, esperanzas, razones y con muchas ganas y buenos deseos  de hacerlo realidad.

Fuiste capaz de llenar ese vacío existencial dentro de mí.  Dibujaste las mil y un sonrisas en mi rostro, pintaste mil y un días de color de rosas. El aroma del invierno  sabía a mariposas juguetonas.

Guiaste mis pasos hacía el sendero de lo bueno, me protegiste del enemigo resguardándome en tú corazón, que fue aquel refugio de mis intentos de escapatorias.

Lograste que soñara despierta, entre sueños y sueños crecía una realidad ficticia.

Asumí cada escapatoria, cada despedida, las mil confusiones, respete tu silencio, calle los  cuestionamientos, te escuche y comprendí tus estados. Trate de hacer y dar lo mejor de mí… pero no fue suficiente. Trate de pelear por lo mío.

La batalla ha llegado a su final, las heridas ya no sangran ni duelen. Mi alma se cae en cenizas, se eleva en polvo con tu nombre y mezclándose con los sentimientos muertos.

Sabiendo que es mi último latido y suspiro, me despido… añorando tu felicidad!...

Adiós!